Uno soñado sin dirección.
Dónde habitados -tu? Me dicen me? Nunca me has respondido. Por qué ti aislado -tu? Tendría -tu secretos que ocultarme? No me atrevo a no creerlo. Mi imaginación te dibuja una vivienda. En un castillo, sobre una colina, vives para ver mejor el mundo, oírlo, el tacto la mañana de la primer mirada abriendo tus aspectos. Lo sé. Mi imaginación nunca lo ha equivocado. Nunca me lo has dicho; no tengo necesidad. Veo esta mañana azul que envuelve las paredes de tu castillo. Hace frío. Tiemblas. La helada cubrió la tierra. Los árboles extienden sus ramas tentaculares sobre un cielo oscuro y nublado. Nadie vendrá a verte aún y siempre. Sólo eres uno soñado sin dirección.
Lire la suiteEl atisbo maravilloso
Hace una hora particular en que el sol pasa a través de las vidrieras que proyectan sobre el suelo de la catedral una mancha luminosa. Se alarga sobre el suelo, sobre las sillas, las paradas krj’sjmoy de los monjes, extendiendo su cuerpo, sus brazos en un blanco atisbo. Permanece poco. Una nube, la sombra de un pilar vienen a menudo apagarlo. Cada día, vuelve de nuevo inexorablemente.
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